Desde finales del siglo XIX las tecnologías asociadas a las imágenes en movimiento se han visto rodeadas por dos constantes discursos: la noble búsqueda del conocimiento científico y el voyerismo, su sórdida contraparte. En 1870 y 1890, mientras Eadweard Muybridge realizaba experimentos en los que pretendía un análisis objetivo a través del registro fotográfico del movimiento equino, sus estudios con humanos eran foco de severas criticas, pues se le culpa de tener agenda escondida de carácter erótico por utilizar modelos desnudos.
Un nuevo transtorno tecnologico, quizas mas intenso, ha amenazado recientemente con inclinar la balanza del poder a favor de la mayoria. Cuando el gobierno del Reino Unido declaro ilegal el fotografiar elementos de la policia, bajo el argumento de la seccion76 del codigo antiterrorista del 2008, abiertamente expresaron el malestar de las autoridades por situarseles como objeto de critica bajo la mirada publica en una epoca en la que los aparatos de grabacion de audio y video son omnipresentes. Tras el caso en el que perdiesen la vida el vendedor de periodicos Ian Tomlinson a manos de la policia metropolitana durante las protestas contra la reunion del G20 en londres 2009, las puras leyes no fueron suficietes pra revertir el reto impuesto a la autoridad por la vigilancia ciudadana.
Ya sea que la tecnologia sea utilizada con afan voyerista, cientifico o por razones politicas, siempre estaran en discusion, el colapso de las distancias espaciales y temporales, el desvanecimiento de la frontera entre lo publico y lo privado, bien podrian ser señales de la democratizacion de las relaciones entre ciudadanos y estado.
jueves, 3 de marzo de 2011
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